Es posible que el arte no tenga capacidad para cambiar el mundo, pero está claro que lo mejora considerablemente. Por ello, los artistas debemos comprometernos con la sociedad y generar procesos de cambio, buscando la reflexión y la participación social en los proyectos artísticos.

Pedro Coll Escribano, artista multidisciplinar de la generación del 65, africano de nacimiento y madrileño de adopción, cursó estudios en electrónica, aviónica y arte. Años de experimentación y practica en distintos talleres de pintura y cerámica, y su participación en diversas exposiciones avalan su trabajo artístico. 

Fuertemente influenciado por el arte tribal y los comics, las obras de Coll están cargadas de simbolismo, conceptualidad y sarcasmo subliminal, mezclando inocencia, simpleza y frescura con la finalidad de despertar los sentidos del espectador y hacerle cómplice de su mensaje. 

Preocupado y a veces involucrado en los problemas de justicia social, sus obras escapan sutil y a veces descaradamente del academicismo institucionalizado, de los modernismos y de las tendencias de masas. Pero a su vez, el artista afirma múltiples veces: “Todo me influye y de todos aprendo”. Por lo que su trabajo muestra mezclas de estilos, formas, y texturas, utilizando diversos materiales e incorporando técnicas digitales en muchas de sus obras.